Tambor de Frenos Traseros Brembo para Matiz

Un tambor es básicamente un rin cerrado de un lado cuya magia está en su interior ya que cuenta con una pista lisa, aquí es donde se efectúa el frenado mediante fricción gracias a las balatas. En el momento en el que pisas el pedal, las balatas se estrellan o chocan con los tambores y esta “interrupción” ocasiona sí o sí que las ruedas pierdan fuerza poco a poco hasta detenerse por completo. Además, los tambores también hacen en algunos casos, la función de maza de rueda, o sea, el soporte donde la llanta podrá atornillarse a la suspensión.

Los tambores llegaron para quedarse

El frenado por medio de tambores fue el primero en ser implementado y claro, hoy en día ya existen mejores métodos, pero increíblemente, aun se utiliza ya que es el sistema de frenos más fácil de fabricar y hace muy bien su trabajo, eso sí, no son de alto rendimiento ni son aptos para arrancones o carreras, pero para alguien que solo quiere llegar a su destino, tranquilo por la ciudad o la carretera, estos tambores son más que suficientes.

Hoy en día, todavía los puedes ver en las ruedas traseras, como en este caso, atrás no se requiere tanta potencia de frenado, pero como dije, el hecho de ser más accesibles los hace todavía una muy buena opción para coches de gama básica.

Los tambores duran mucho pero no son eternos

Es raro, pero así es, las balatas son piezas de cambio constante, pero los tambores no se salvan de requerir ser reemplazados sobre todo por que hablamos de fricción, la acción mas agresiva que se puede hacer en un coche, todo ese desgaste se lleva poco a poco esa superficie tan lisa y pulcra que tenían cuando estaban nuevos. Lo que pasa es que, al durar tanto tiempo, luego uno cambia de carro y nunca hizo un reemplazo de tambores, pero si se cambian y no deberías esperar tanto tiempo.

Un tambor cuya superficie ya no es lisa y por el contrario tiene surcos irregulares, entorpece el frenado y para rematar y como un castigo por ser renuente, si pones balatas nuevas en tambores muy gastados, las balatas te van a durar solo una fracción de lo que normalmente deberían, pues la erosión es todavía más agresiva.

Cambiar tambores es parecido a cambiar una rueda, primero levantas el carro, retiras la llanta trasera y ahí tienes el tambor, ahora solo debes retirar los seguros que la sujetan al eje y con ayuda de un martillo, deberás dar unos golpes por la parte posterior del tambor para que poco a poco vaya saliendo. Lo que sigues es lo mismo, pero en reversa, claro, con el tambor nuevo, colocas nuevos baleros, balatas nuevas y su respectiva grasa.

Tener un buen sistema de frenos que precisamente frene cuando tu lo indicas y que lo haga en silencio, depende de que tengas un buen control de los tiempos de recambio, en este caso yo te recomiendo que lo hagas cuando estés por cambiar el tercer juego de balatas en el tambor.

• Para su instalación, requieres conocimientos intermedios en frenos y suspensión.
• El precio es por un tambor de frenos.
• Aplica para modelos tanto de la marca Pontiac como Chevrolet.