Tambor de Freno Trasero Brembo para Chevy

Llamados así por la forma tan parecida, los tambores constituyen el canalizador de fuerza que es capaz de disipar el movimiento de la tracción. Se ubican junto a las ruedas y las utilizas cada vez que pisas el pedal para detenerte: el freno. No es una pieza compleja, pero todo lo que está detrás de el para que funcione vaya que sí lo es, conoce un poco más al respecto.

¿Cómo se puede definir a un tambor de frenos?

Como se había dicho antes, es muy parecido a una campana, sólo que chata y con agujeros para birlos, parece que el termino tambor ya no aplica en nuestros tiempos, como sea, en su interior tienen una superficie pulida y muy lisa, es la pista de frenado y en su centro cuenta con el espacio para colocar baleros, por lo que el tambor también cumple con una función de suspensión para el coche.

¿Cómo detienes un auto con un par de tambores?

La culminación del ciclo de frenado se da cuando las balatas, piezas hermanas de los tambores, se pegan a presión sobre la superficie lisa de los tambores, la fuerza hidráulica de las bombas es suficiente para detener el giro de las ruedas. Las balatas se acercan a los tambores hasta que “colisionan” entre sí, te imaginarás que eso producirá muchísima fricción, la suficiente como para obligar a las ruedas a dejar de girar.

Instalar un tambor en la suspensión es un trabajo no tan difícil, pero si lleva su tiempo, primero debes quitar la rueda y retirar el viejo tambor, no es algo complicado ya que sólo se inserta a presión en el eje de la rueda, por lo que unos cuantos golpes por atrás deberían zafarlo de su lugar.

Con nuevos tambores, nuevos baleros.

Antes de instalar el nuevo tambor, a este debe colocarle baleros más precisamente la taza, lo puedes hacer con ayuda de una prensa o con un martillo, pero ten cuidado con la segunda opción. Ahora sólo tienes que instalar el balero en su eje y volver a colocar la rueda. Ya si quieres una instalación perfecta podrías cambiar también las balatas y revisar el cilindro de frenos.

Los tambores también se acaban, un roce a la vez.

La pasta de las balatas crea surcos en la superficie de frenado, es normal pero no deja de ser un inconveniente, cuando la pista de frenado ya no tiene una superficie lisa para recibir a las balatas, el proceso de frenado se ve interrumpido, los tambores tardan más en responder y eso puede ser peligroso.

Lo ideal es cambiar tambores en el tercer cambio de balatas, así te evitas problemas de rectificación. Si no tienes tiempos de control, únicamente revisa la superficie de la pista de frenado cada que cambies balatas, deben mantenerse lisas, si notas muchas irregularidades, es mejor reemplazarlos para que no se lleve tus balatas más rápido de lo normal.

• Su instalación requiere retirar la rueda y la tuerca del árbol trasero.
• No incluye baleros ni birlos.
• No aplica para versiones Pick Up de Chevy.