La pieza más visible y que más tiempo se somete a una lupa escrupulosa de quienes admiran el mundo del automovilismo para el conductor y los pasajeros son los tableros. Y el del Vocho es un asunto de otra dimensión. Tan grande como la sencillez con que se concibió.
Cualquier rasgadura, cambio de tono -ese negro rugoso inconfundible y con una textura acolchada solo en ciertas áreas-, demeritan cualquier diseño que aspira a ser impecable. El tablero es el pilar principal de la estética interior, junto, claro está, con tapicería y otros detalles.
Así que si buscas una pieza igual o mejor que cuando tu Vocho salió de la agencia esta es una opción sin comparación. De lo mejor del mercado en cada detalle y terminado. Solo basta instalarlo bien.
Antes de quitar el tablero desconecta todos los cables que van a los marcadores como el velocímetro, los switch de intermitentes y luces. Hazlo con mucho cuidado y ve cuidando cada detalle, sin prisa, porque si hay algo que vemos todo el tiempo es, precisamente, esta autoparte.